
Dios, Padre nuestro,
entre todas tus criaturas, hiciste surgir a María,
la criatura perfecta, la "Inmaculada Concepción".
En Lourdes, ella misma se dio este nombre
y Bernardita lo repitió.
La Inmaculada Concepción es un grito de esperanza:
el mal, el pecado y la muerte ya no son los vencedores.
María, signo precursor, aurora de la salvación.
María,
la inocencia, refugio de los pecadores,
Te rogamos.
Ave María, gratia plena!
Señor...