29 de octubre de 2015

Las verdades últimas



En el mes de noviembre meditamos especialmente sobre las verdades últimas y oramos con más intensidad por los fieles difuntos.

En el Compendio del Catecismo de la Iglesia Católica leemos:

207. ¿Qué es la vida eterna? (1020, 1051)
La vida eterna es la que comienza inmediatamente después de la muerte. Esta vida no tendrá fin; será precedida para cada uno por un juicio particular por parte de Cristo, juez de vivos y muertos, y será ratificada en el juicio final.

208. ¿Qué es el juicio particular? (1021-1022, 1051)
Es el juicio de retribución inmediata, que, en el momento de la muerte, cada uno recibe de Dios en su alma inmortal, en relación con su fe y sus obras. Esta retribución consiste en el acceso a la felicidad del cielo, inmediatamente o después de una adecuada purificación, o bien de la condenación eterna al infierno.

210. ¿Qué es el purgatorio? (1030-1031, 1054)
El purgatorio es el estado de los que mueren en amistad con Dios pero, aunque están seguros de su salvación eterna, necesitan aún de purificación para entrar en la eterna bienaventuranza.

211. ¿Cómo podemos ayudar en la purificación de las almas del purgatorio? (1032)
En virtud de la comunión de los santos, los fieles que peregrinan aún en la tierra pueden ayudar a las almas del purgatorio ofreciendo por ellas oraciones de sufragio, en particular el sacrificio de la Eucaristía, pero también limosnas, indulgencias y obras de penitencia.

El día 2 Conmemoración de Todos los Fieles difuntos celebraremos por ellos la Santa Misa:

  • A las 12 en Paredes.
  • A las 5´30 de la tarde en Vilar.
  • A las 7 de la tarde en Mondariz-Balneario.

También ofreceremos por el eternos descanso de nuestros familiares, amigos, conocidos, feligreses de las parroquias la Santa Misa de funeral por su eterno descanso, lo que conocemos habitualmente por el funeral de ánimas:

  • En Vilar el Sábado 7 a las 11 de la mañana.
  • En Mondariz-Balneario el viernes 13 a las 7 de la tarde.
  • En Paredes el sábado 21 a las 12 de la mañana.

1 de octubre de 2015

Rosarium Virginis Mariae



El Papa Francisco siempre nos pide oraciones, especialmente ahora que va a comenzar el Sínodo Ordinario de Obispos que tratarán sobre la familia, a la que el Papa definió como “el lugar fundamental de la alianza de la Iglesia con la creación de Dios”. También recordó que “hasta hace poco vivíamos en un contexto social donde la afinidad entre la institución civil y el sacramento cristiano era fuerte y compartida, coincidían sustancialmente y se sostenían mutuamente. Ya no es así”. El Papa después dijo: “estamos invitados a buscar, acompañar, levantar, curar las heridas de nuestro tiempo” e instó a “aunar fuerzas para que se formen familias, que de acuerdo con su vocación correspondan más plenamente a la bendición de Dios”, ayudando a los jóvenes a madurar para el matrimonio.

San Juan Pablo II en la carta apostólica Rosarium Virginis Mariae recordaba que el rosario es una oración magnífica para pedir por la paz y por la familia. Una mirada a nuestro mundo nos enseña la urgencia de pedir por estas dos realidades tan necesarias para la felicidad de las personas.

El sábado 10 en Paredes a la 12 celebraremos la Virgen del Rosario.

También retomamos la catequesis para los niños y jóvenes que quieran participar de la formación cristiana. Además volveremos a empezar la formación cristiana de adultos, centrándonos este año en la moral cristiana a partir del Compendio del Catecismo de la Iglesia Católica. Es una buena oportunidad para conocer mejor la propuesta de la ética cristiana.

El día 22 se celebra la memoria de San Juan Pablo II, por su intercesión pedimos por el Papa Francisco, por el Sínodo y las vocaciones.

ORACIÓN A SAN JUAN PABLO II

¡Oh San Juan Pablo, desde la ventana del Cielo dónanos tu bendición!
Bendice a la Iglesia, que tú has amado, servido, y guiado, animándola a caminar con coraje por los senderos del mundo para llevar a Jesús a todos y a todos a Jesús.
Bendice a los jóvenes, que han sido tu gran pasión. Concédeles volver a soñar, volver a mirar hacia lo alto para encontrar la luz, que ilumina los caminos de la vida en la tierra.
Bendice las familias, ¡bendice cada familia!
Tú advertiste el asalto de Satanás contra esta preciosa e indispensable chispita de Cielo, que Dios encendió sobre la tierra. San Juan Pablo, con tu oración protege las familias y cada vida que brota en la familia.
Ruega por el mundo entero, todavía marcado por tensiones, guerras e injusticias. Tú te opusiste a la guerra invocando el diálogo y sembrando el amor: ruega por nosotros, para que seamos incansables sembradores de paz.
Oh San Juan Pablo, desde la ventana del Cielo, donde te vemos junto a María, haz descender sobre todos nosotros la bendición de Dios. Amén.