
El cinco de abril celebramos la Jornada por la Vida, que nos recuerda la sacralidad de la vida humana, tantas veces pisoteada en nuestra sociedad “civilizada” y en otras sociedades. Es un día para recordar a los no nacidos y desechados, a los que son explotados de mil formas, a los que mueren de hambre o en las guerras o víctimas del terrorismo, también para recordar a los que son descartados porque son enfermos o minusválidos. Es un día para preguntarse...